SEGUNDA FASE DEL MOVIMIENTO INDEPENDENTISTA NEOGRANADINA (1816-1819)
El retorno de Fernando VII al trono en 1814 y el desgaste producido por las contiendas civiles, fueron fatales para la causa independentista de Nueva Granada. De nuevo en el poder, el rey empezó a recuperar los territorios de ultramar; en 1815, ordenó formar una expedición pacificadora a Nueva Granada y Venezuela, para reconquistar las provincias independizadas. Pablo Morillo comandó esta tarea. La pacificación debía lograrse indultando a los que depusieran voluntariamente las armas y reconocieran la autoridad real. Así se hizo en la isla Margarita, en Venezuela. En Santa Marta, que se había mantenido fiel a la Corona, Morillo organizó sus fuerzas para reconquistar Nueva Granada.
La campaña se inició con el sitio de Cartagena, del 18 de agosto al 5 de diciembre de 1815. La ciudad cayó tras 106 días de heroica resistencia. En 1816 las tropas de Morillo invadieron el país por el Chocó, por Antioquia y Popayán, por el río Magdalena y por la región de Ocaña. En Mompós, Morillo, enterado de que los indultados de Margarita volvían a sublevarse, cambió su política por la de perseguir y ejecutar los simpatizantes de la causa independentista. Con la caída de Santa Fe en mayo de 1816, se consumó la reconquista de la Nueva Granada y se inició el Régimen del Terror, durante el cual fueron ejecutados los dirigentes más importantes del movimiento emancipador. El 28 de abril de 1816 el Nuevo Reino de Granada se erigió nuevamente virreinato, siendo virrey Francisco Montalvo. La primera república se extinguió y se impuso nuevamente el poder colonial.
La precipitada caída de la primera república permitió mantener la unidad del estado y para integrar al movimiento independentista grandes masas de población. La anarquía de este gobierno había producido el descontento de la mayoría de los granadinos y, por esta razón, las tropas de Morillo fueron recibidas con manifestaciones de júbilo en muchas regiones del territorio. Sin embargo, la forma violenta de la reconquista modificó la actitud hacia los españoles. El Régimen del Terror impuesto y la persecución y exterminio de gran número de personas, cambió la imagen benévola del monarca. La reacción antiespañola se extendió a grupos de la población hasta ese momento indiferentes y aun opuestos a la causa independentista: los campesinos, obligados a abandonar sus campos para trabajar en obras públicas, y aquellos que en las zonas mineras y agrícolas tuvieron que entregar sus productos al ejército pacificador. Por ello se dice que la reconquista radicalizó el movimiento independentista.
La resistencia patriota se concentró especialmente en Casanare; allí se organizaron grupos guerrilleros que obedecieron a diversos líderes, hasta la llegada de Francisco de Paula Santander, que impuso la unidad de mando. Es tas columnas guerrilleras se unieron luego al ejército libertador de Simón Bolívar y su participación fue definitiva en la Campaña Libertadora de 1819.
Correspondió a Bolívar la tarea de unificar las tropas patriotas dispersas y comandar la última fase del movimiento independentista. Bolívar, en 1815, había viajado a Jamaica para buscar apoyo internacional para sus campañas libertadoras. En su Carta de Jamaica (1815), analizó los principales provenías que afrontaban las provincias americanas y propuso la organización de las nuevas repúblicas, una vez consumada la independencia. Este documento es una de las piezas más reveladoras del pensamiento político del Libertador.
El regreso de Bolívar a Venezuela tuvo muchas dificultades. En 1816, con el apoyo económico de Alejandro Petion, organizó una campaña para liberar a Venezuela. Petion, presidente de la naciente república de Haití, condicionó la ayuda a la promesa hecha por Bolívar de liberar a todos los esclavos en los territorios que lograran su independencia. La campaña, conocida como la expedición de Los Cayos, fracasó por culpa de las rivalidades entre los jefes patriotas, que obligaron a Bolívar a refugiarse en Haití y regresar a fines de 1816. Tras solucionar algunas disidencias entre los líderes patriotas, Bolívar escogió los Llanos del Orinoco como punto de partida en la campaña militar definitiva.
Esta decisión obedeció a su nueva visión de la guerra: la independencia no podría lograrse sin un respaldo popular efectivo. Era necesario que el pueblo se identificara con la causa independentista y asumiera la guerra como una lucha propia. El triunfo sería de quien atrajera la causa popular; el Llano ya había sido escenario de sangrientas luchas de carácter social.
PREGUNTA: Una de las zonas, donde más se concentró la resistencia patriota fue: