LEÓN DE GREIFF Nació en Medellín el 22 de julio de 1895. Murió en Bogotá el 11 de julio de 1976. Estudió Derecho en la universidad Libre de Bogota e Ingeniería de Minas en la Universidad de Antioquia, y a los 20 años de edad publicó en la revista Pánida de Medellín su primer poema, La Balada de los Búhos Locos. Su obra se inició dentro del modernismo, adoptando luego posiciones estéticas acordes con el surrealismo francés y con el creacionismo de Vicente Huidobro. Fue fundador del grupo literario Los Nuevos. Publicó su primer libro de poemas, Tergiversaciones, en 1925. Ha sido el poeta colombiano más diversamente discutido. Arcaico y novísimo, lírico y satírico, erótico y bucólico, lector, musicólogo, científico y matemático, poeta de visión, canción y expresión. Su poesía conjuga la espiritualidad y la materia. Él mismo se definió: "en mi nao fantasma, único a bordo RELATO DE SERGIO STEPANSKY ¡Juego mi vida! ¡Bien poco valía! ¡La llevo perdida sin remedio! Erik Fjordsson. Juego mi vida, cambio mi vida, de todos modos la llevo perdida... Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo, la dono en usufructo, o la regalo... La juego contra uno o contra todos, la juego contra el cero o contra el infinito, la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito, en una encrucijada, en una barricada, en un motín; la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin, a todo lo ancho y a todo lo hondo —en la periferia, en el medio, y en el sub-fondo...— Juego mi vida, cambio mi vida, la llevo perdida sin remedio. Y la juego, o la cambio por el más infantil espejismo, la dono en usufructo, o la regalo...: o la trueco por una sonrisa y cuatro besos: todo, todo me da lo mismo: lo eximio y lo rüin, lo trivial, lo perfecto, lo malo... Todo, todo me da lo mismo: todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo donde se anudan serpentinos mis sesos. Cambio mi vida por lámparas viejas o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil: —por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil: por los colgajos que se guinda en las orejas la simiesca mulata, la terracota rubia; la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia: cambio mi vida por una anilla de hojalata o por la espada de Sigmundo, o por el mundo que tenía en los dedos Carlomagno: —para echar a rodar la bola... Cambio mi vida por la cándida aureola del idiota o del santo; la cambio por el collar que le pintaron al gordo Capeto; o por la ducha rígida que llovió en la nuca a Carlos de Inglaterra; la cambio por un romance, la cambio por un soneto; por once gatos de Angora, por una copla, por una saeta, por un cantar; por una baraja incompleta; por una faca, por una pipa, por una sambuca... o por esa muñeca que llora como cualquier poeta. Cambio mi vida —al fiado— por una fábrica de crepúsculos (con arreboles); por un gorila de Borneo; por dos panteras de Sumatra; por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra— o por su naricilla que está en algún Museo; cambio mi vida por lámparas viejas, o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas... ¡o por dos huequecillos minúsculos —en las sienes— por donde se me fugue, en grises podres, la hartura, todo el fastidio, todo el horror que almaceno en mis odres...! Juego mi vida, cambio mi vida. De todos modos la llevo perdida... QUIERO QUEDARMEPronto hemos de separarnos y de decirnos adiós. Uno seguirá camino, el otro no. Quiero quedarme y que sigas como si te fuera en pos; pero no vuelvas la cara, mujer de Lot. Irás sola, ¿y por qué triste?, con mi recuerdo y con Dios. Será posible que encuentres alguna flor. Si en cambio tú te quedaras, ¿cómo podré seguir yo? Las noches me encontrarían en donde estoy.
LEÓN DE GREIFF
Nació en Medellín el 22 de julio de 1895. Murió en Bogotá el 11 de julio de 1976.
Estudió Derecho en la universidad Libre de Bogota e Ingeniería de Minas en la Universidad de Antioquia, y a los 20 años de edad publicó en la revista Pánida de Medellín su primer poema, La Balada de los Búhos Locos. Su obra se inició dentro del modernismo, adoptando luego posiciones estéticas acordes con el surrealismo francés y con el creacionismo de Vicente Huidobro. Fue fundador del grupo literario Los Nuevos. Publicó su primer libro de poemas, Tergiversaciones, en 1925.
Ha sido el poeta colombiano más diversamente discutido. Arcaico y novísimo, lírico y satírico, erótico y bucólico, lector, musicólogo, científico y matemático, poeta de visión, canción y expresión. Su poesía conjuga la espiritualidad y la materia. Él mismo se definió: "en mi nao fantasma, único a bordo
RELATO DE SERGIO STEPANSKY ¡Juego mi vida! ¡Bien poco valía! ¡La llevo perdida sin remedio! Erik Fjordsson. Juego mi vida, cambio mi vida, de todos modos la llevo perdida... Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo, la dono en usufructo, o la regalo... La juego contra uno o contra todos, la juego contra el cero o contra el infinito, la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito, en una encrucijada, en una barricada, en un motín; la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin, a todo lo ancho y a todo lo hondo —en la periferia, en el medio, y en el sub-fondo...— Juego mi vida, cambio mi vida, la llevo perdida sin remedio. Y la juego, o la cambio por el más infantil espejismo, la dono en usufructo, o la regalo...: o la trueco por una sonrisa y cuatro besos: todo, todo me da lo mismo: lo eximio y lo rüin, lo trivial, lo perfecto, lo malo... Todo, todo me da lo mismo: todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo donde se anudan serpentinos mis sesos. Cambio mi vida por lámparas viejas o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil: —por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil: por los colgajos que se guinda en las orejas la simiesca mulata, la terracota rubia; la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia: cambio mi vida por una anilla de hojalata o por la espada de Sigmundo, o por el mundo que tenía en los dedos Carlomagno: —para echar a rodar la bola... Cambio mi vida por la cándida aureola del idiota o del santo; la cambio por el collar que le pintaron al gordo Capeto; o por la ducha rígida que llovió en la nuca a Carlos de Inglaterra; la cambio por un romance, la cambio por un soneto; por once gatos de Angora, por una copla, por una saeta, por un cantar; por una baraja incompleta; por una faca, por una pipa, por una sambuca... o por esa muñeca que llora como cualquier poeta. Cambio mi vida —al fiado— por una fábrica de crepúsculos (con arreboles); por un gorila de Borneo; por dos panteras de Sumatra; por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra— o por su naricilla que está en algún Museo; cambio mi vida por lámparas viejas, o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas... ¡o por dos huequecillos minúsculos —en las sienes— por donde se me fugue, en grises podres, la hartura, todo el fastidio, todo el horror que almaceno en mis odres...! Juego mi vida, cambio mi vida. De todos modos la llevo perdida...
QUIERO QUEDARMEPronto hemos de separarnos y de decirnos adiós. Uno seguirá camino, el otro no. Quiero quedarme y que sigas como si te fuera en pos; pero no vuelvas la cara, mujer de Lot. Irás sola, ¿y por qué triste?, con mi recuerdo y con Dios. Será posible que encuentres alguna flor. Si en cambio tú te quedaras, ¿cómo podré seguir yo? Las noches me encontrarían en donde estoy.
PREGUNTA: La poesia de León de Greiff conjuga: